Un grupo de bonistas que entraron en los canjes de deuda pasados, resignarían futuros intereses para que el gobierno argentino logre un acuerdo con los fondos buitre ante el temor de un fallo adverso de la Corte Suprema estadounidense que podría dejar a la Argentina en default
Según el diario La Nación, un grupo de 30 grandes fondos que entraron en los canjes de deuda de 2005 y 2010 (entre los cuales están Gramercy y GSO Capital -de Blackstone Group-) le habrían acercado al ministro de Economía de la Nación, Hernán Lorenzino, una propuesta para intentar acercar posiciones entre la Argentina y los fondos buitre para intentar poner un punto final al litigio que se desarrolla en los Estados Unidos.
Ante la posibilidad de dejar a la Argentina en cesación de pagos (default), este grupo de bonistas llamaría a una asamblea para intentar, entre los tenedores de títulos reestructurados, que se cedan parte de los intereses que tienen para cobrar en los próximos años a los fondos buitre que se encuentran litigando actualmente. De este modo, se saldaría la diferencia entre lo que reclaman los fondos buitre y el último ofrecimiento del gobierno argentino: los primeros cobrarían casi el 100% de lo que reclaman.
De concretarse este plan, los holdouts desistirían de su demanda en la justicia norteamericana, que podría fallar en favor de ellos, y de esta manera se dejaría atrás la posibilidad de que el país entre en default, algo que no le conviene a ninguna de las partes. A pesar de que desde el Ministerio de Economía no dieron informaciones al respecto, Lorenzino y su equipo estarían analizando la propuesta.