En los últimos días, expertos en seguridad advirtieron sobre el alarmante crecimiento de los ataques xenofóbicos y racistas contra los refugiados en suelo alemán.
La crisis migratoria que sacude a la Unión Europea tiene varias aristas filosas: una de ellas es, sin duda, el racismo y la xenofobia de la que son blancos los refugiados en los países de acogida.
Un reporte confidencial emitido por la Oficina Federal del Crimen (BKA) de Alemania asegura que “la agitación de la extrema derecha se ha visto incentivada por la masiva llegada de refugiados” a dicho país. En esta línea, advirtieron que, pese a ser grupos minoritarios, cada vez más personas se han identificado con sus posiciones y que los cuidadores de los asilos y centros de refugiados, voluntarios y políticos se encuentran bajo amenaza.
Este jueves, la policía del norte de Bavaria desarticuló un a grupo de derecha que planeaba realizar un ataque terrorista en un centro de refugiados el próximo 31 de octubre. Según confirmaron las fuentes policiales, pudieron arrestar a tres personas en posesión de varios kilogramos de explosivos y armas.
Según la BKA (por sus siglas en alemán), en sólo los primeros tres meses del año, hubo en toda Alemania 461 ataques “motivados por la xenofobia”. Mientras tanto, el panorama en torno al arribo de crecientes contingentes de refugiados continúa siendo el mismo: miles y miles de ellos han estado llegando al país y el gobierno de Ángela Merkel espera haber acogido a 1,5 millones de personas para el final del 2015.