En una imagen que no se veía desde 2008, las CGT que lideran Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo acordaron una acción de protesta en conjunto contra el gobierno de Mauricio Macri.
El camino para la reunificación de la CGT comenzó a pavimentarse desde diciembre de 2015 pero en esta última semana, en medio de la ola de despidos en el sector público y privado, comenzó a formalizarse.
Los dirigentes de las tres CGT, de los gremios del transporte y del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) coincidieron en “la necesaria unidad de acción” del movimiento obrero ante las pobres modificaciones del mínimo no imponible anunciadas por el gobierno de “Cambiemos” y la amenaza real de miles de puestos de trabajo.
Bajo el influjo de Hugo Moyano, los sindicalistas decidieron movilizarse contra el gobierno pero recién en abril: “Nada de paros por ahora. Vamos a dar la batalla en el Parlamento”, habría precisado el ahora presidente de Independiente.
La idea de los gremios es marchar al Congreso de la Nación para “exigir una reforma integral del Impuesto a las Ganancias y la declaración de la emergencia ocupacional”, de modo tal de implementar una doble indemnización o la prohibición de los despidos. En función de ello se propusieron también recolectar hasta entonces un millón de firmas en respaldo de sus demandas y llevarlas a los legisladores de los distintos bloques.
Otro de los puntos salientes de la reunión que se llevó a cabo en la sede de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) fue la puesta en marcha del proceso de reunificación sindical: decidieron llamar a un congreso normalizador para el mes de agosto.