Aunque se anunció con bombos y platillos luego del escándalo protagonizado por el titular del Ministerio de Trabajo, Jorge Triaca, los efectos en la realidad vienen siendo muy pobres y escasos: tan sólo 12 familiares de ministros deberán – si es que ya no lo hicieron – renunciar a su puesto en la administración pública antes del 28 de febrero.
Según detalla el periodista Hugo Alconada Mon, muchos parientes de altos funcionarios de “Cambiemos” se quedarán en la función porque no quedaron alcanzados por la “letra chica” del decreto 93/2018.
El mejor ejemplo reside en primos y tíos que, por no tener parentesco directo, quedaron exceptuados. Lo mismo pasa con aquellos que fueron considerados como “funcionarios de carrera” y para quienes su familiar no tiene rango ministerial.
Tal es el caso de Cecilia Stanley, prima de la titular del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación; Ana Frigerio, hermana de Rogelio Frigerio, que tiene 25 años de carrera; Mario Frigerio, tío del ministro que no fue alcanzado por la norma por la “cercanía de parentesco”; Soledad Alonso, hermana de Laura Alonso.