Luego de la movilización que protagonizó Hugo Moyano, sindicatos y movimientos sociales en la Avenida 9 de Julio y su intersección con la Avenida Belgrano, el gobierno salió con los tapones de punta contra el gremialista.

El Jefe de Gabinete, Marcos Peña, desestimó una reunión entre Macri y Moyano: “No hay un tema específico que lo amerite. El presidente ha tenido siempre una actitud de diálogo con el sindicalismo. Estamos trabajando a través del Ministerio de Trabajo para que los trabajadores estén mejor. Si la reunión es para hablar de los temas judiciales, el presidente no es la persona indicada”.

“Las cuestiones judiciales no tiene nada que ver con lo que pasa en la calle.  No nos sorprende que el kirchnerismo plantee un cambio de rumbo, nosotros tenemos que seguir apostando a la vía institucional, la legalidad; uno de los datos positivos es que fue tranquila, en paz, eso es una evolución”, agregó el ministro coordinador.

“Cristina Kirchner es la líder de ese grupo, que viene demostrando una actitud antidemocrática desde el cambio de mando. Pasó un marcha, se movilizó mucha gente, se gastó mucha plata, se complicó un poco la vida, pero no cambian los desafíos de poner de pie a un país al que muchos que estaban en ese palco lo dejaron en malas condiciones”, disparó.

“El gobierno tiene el mandato fuertemente ratificado. Pensamos un país distinto a los Baradel, los Aníbal Fernández, los Zaffaroni o los Máximo Kirchner”, sentenció Peña.

Por último, en relación al caso Valentín Díaz Gilligan, concluyó: “No hay un caso de corrupción en nuestro gobierno, pueden haber casos que son de interpretación, pero no son de corrupción, por lo que queremos elevar la vara de la institucionalidad”.

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