El #HuracanFlorence tocó tierra este viernes en la costa de Carolina del Norte, donde las inundaciones y los fuertes vientos ya estaban causando estragos.
Desde el Centro Nacional de Huracanes (NHC), informaron: “El huracán tocó tierra cerca de Wrightsville Beach, Carolina del Norte, a las 7.15 con un vientos máximos estimados de 150 kilómetros por hora y una presión mínima central estimada de 958 mb”.
NEW: #Hurricane #Florence has made landfall near Wrightsville Beach, North Carolina at 7:15 AM EDT (1115 UTC) with estimated maximum winds of 90 mph (150 km/h), and a minimum central pressure estimate of 958 mb (28.29″). https://t.co/tW4KeGdBFb pic.twitter.com/vzpe6MjTf9
— National Hurricane Center (@NHC_Atlantic) 14 de septiembre de 2018
Pese a que se degradó a “Categoría 1”, las autoridades advirtieron que esto no implica que el ciclón pueda tener consecuencias “catastróficas”.
Desde hace tiempo se viene cuestionando la pertinencia de medir la “peligrosidad” de los huracanes y ciclones en base a la velocidad de sus vientos: los expertos sostienen que el “movimiento lento” puede generar incluso mayores inundaciones y problemas que uno de “movimiento rápido”.
Por desoír las órdenes de evacuación, más de 60 personas tuvieron que ser salvadas de un motel que se derrumbó. Las fuerzas de rescate continúan trabajando en la zona para ir en busca de aquellos que decidieron no abandonar sus hogares.
Más de 475.000 casas y negocios están actualmente sin electricidad en Carolina del Norte; en Carolina del Sur ya son 45.000. Por las calles costeras fluye agua del océano mientras que los ríos empezaron a desbordar a causa de las fuertes lluvias.
Hasta el momento son cinco las víctimas fatales: una mujer y su bebé murieron cuando un árbol cayó sobre su casa. Otra mujer murió en el condado de Pender. Otra falleció en el condado de Lenoir mientras intentaba conectar un generador. La quinta víctima que se conoció oficialmente es la de un hombre de 77 años que apareció muerto en Kinston.