Los trabajadores estatales vienen siendo, desde la llegada de “Cambiemos” a la Casa Rosada, uno de los blancos predilectos de las políticas de ajuste gubernamentales.
Esto puede corroborarse a través de los datos que releva el Ministerio de Trabajo en base a registros de la AFIP: tan solo entre mayo y junio de este año, la caída del empleo en el sector público volvió a materializarse en 10.600 puestos de trabajo menos.
La decisión de las autoridades de congelar por dos años los ingresos al Estado Nacional, el impacto de la “Ley de Responsabilidad Fiscal” y la recesión económica son los grandes responsables del desmantelamiento de diversas áreas y la baja de contratos.
Para colmo, todo indica que la tendencia a la baja del empleo público se profundizará durante lo que resta del 2018 y hasta en 2019.
Vale la pena recordar que, según los propios datos difundidos por el Ministerio de Modernización, en diciembre de 2015 había registrados 240.600 empleados. En julio de 2018, esa cifra cayó a 206.856: en total se registraron 33.744 desvinculaciones, entre despidos, retiros voluntarios y jubilaciones.