Foto: Guillermo Rodríguez Adami

El último 30 de abril, Facundo Astudillo Castro salió de la localidad bonaerense de Pedro Luro rumbo a Bahía Blanca: buscaba hacer el trayecto a dedo para llegar hasta la casa de la ex novia. Nunca llegó a destino ni nadie lo volvió a ver: la Policía Bonaerense dice que lo detuvieron en un retén, le labraron un acta por romper la cuarentena y lo dejaron seguir pero la familia denunció desde un primer momento que se trataba de una desaparición forzada.

Durante todos estos meses se destapó toda una trama de encubrimiento e irregularidades que no encontró respuestas en la justicia. Hace menos de diez días atrás se encontró un cuerpo en el estuario de Villarino Viejo junto a una zapatilla que, se presume, sería del chico: los abogados de la querella sostienen que el mismo “fue plantado”.

Este martes, en presencia de la madre de Cristina Castro, su perito Virginia Creimer, sus abogados y la jueza federal de Bahía Blanca María Gabriela Marrón, más de veinte profesionales de varias disciplinas, comenzó finalmente la autopsia del esqueleto hallado el 15 de agosto.

El procedimiento se está llevando a cabo en la sede del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), ubicado en la ex ESMA del barrio porteño de Núñez. 

Vale la pena recordar que el peritaje comparativo del ADN de los restos hallados con el de los padres del joven se realizará en un laboratorio de Córdoba del EAAF.

📌 Los expertos estiman que entre la llegada de las muestras a la provincia mediterránea, los estudios y la elaboración del informe, el resultado demoraría entre diez y quince días.

Foto: Guillermo Rodríguez Adami

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