Si hace algunas semanas atrás los epidemiólogos celebraban el descenso en los casos pero advertían que la velocidad era leve y luego empezaron a alertar sobre un “amesetamiento”, ahora sólo queda prender las alarmas: desde hace cinco días la curva volvió a crecer en la Ciudad de Buenos Aires.

Teniendo esto en cuenta y que el sistema de salud está al borde del colapso con el personal agotado y mal pago, las autoridades nacionales evalúan cómo seguir a partir del viernes cuando se vence el DNU que impuso las últimas restricciones.

Lo que estamos viendo es que los fríos nos han llevado hacia adentro y nos cuesta mucho sostener la decisión y necesidad de seguir sin vincularnos con alguien que no convivimos“, explicó esta mañana Fernán Quirós en conferencia de prensa.

Las próximas dos semanas van a ser semanas muy bisagra en la campaña de vacunación y en la curva de la pandemia en la Ciudad de Buenos Aires. En estos días vamos a observar muy detalladamente lo que pasa hasta el viernes, para comprender si el cambio de tendencia se solidifica y sigue ascendiendo o vuelve a descender”, agregó.

En este marco, y ante la posibilidad de que se de marcha atrás con la presencialidad, subrayó: “La escuela es lo último que se cierra no sólo porque es poco causante de la curva epidémica sino porque el daño que genera la falta de presencialidad es enorme, y en algunos casos irreparables, sobretodo para los niños más vulnerables”.

“Con los estudiantes del secundario optamos por la modalidad virtual porque tienen la personalidad más constituída y mayor tolerancia y por otro lado porque utilizan más el transporte público”, agregó.

📈 La ocupación de camas UTI en el sistema público de salud es del 78,2%: sólo quedan disponibles 109 camas de terapia intensiva sobre un total de 500

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