A nueve días del derrumbe de un edificio de ocho plantas, que funcionaba como fábrica, en Bangladesh continua el rescate de cuerpos y la búsqueda víctimas entre los escombros. Los muertos ya ascienden a 413 personas fallecidas y buscan a 150 más.

El derrumbe del edificio de ocho plantas que contenía en su interior diversas fábricas de ropa y otros negocios, se ha convertido en el mayor desastre de la industria textil de la historia de Bangladesh. Son 413 las personas fallecidas, entre ellos mayoría de mujeres y niños. Además, los cuerpos de rescate continúan buscando a 150 personas que se encuentran desaparecidas, temiéndose que se encuentren aún debajo de los escombros.

El edificio que colapsó el 24 de abril pasado, albergaba firmas internacionales como Joe Fresh, de la canadiense Loblaws Inc, las estadounidenses The Children’s Place y Cato Corp, las británicas Primark y Papaya Denim y la española Velilla.

La industria textil es responsable de aproximadamente el 80% de las exportaciones de Bangladesh, en su mayoría hacia Estados Unidos y Europa. Asimismo, las 4.000 fábricas reconocidas emplean entre 2 y 3 millones de personas; sin tomar en cuenta a los miles que trabajan en malas condiciones como así también sub-contratados.

El 80% de los que trabajan en la industria son mujeres, mientras que el porcentaje de niños de menos de 14 años que trabajan en dichas fábricas aumenta cada vez más. Se suele trabajar 12 horas al día, 6 días a la semana; y el salario promedio de un trabajador textil es de entre 19 y 26 dólares al mes.

En el día de ayer, y en el marco de movilizaciones y protestas por el Día Internacional del Trabajo, miles de trabajadores se manifestaron en Dacca para pedir mayor seguridad en las fábricas del país, así como también la pena de muerta para el dueño de la fábrica derrumbada, Mohammed Sohel Rana, quién permanece preso en la capital.

 

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