Un niño Qom de 6 años de edad, murió aplastado por una camioneta mientras jugaba cerca de un basural clandestino en el Chaco formoseño. Días atrás, habían sido salvajemente golpeados Abelardo Díaz, hijo del qarashe Félix Díaz, y Carlos Sosa de la Comunidad “La Primavera” en Formosa.

El sábado a la tarde, aplastaron a un niño de 6 años, de la comunidad, que estaba jugando cerca de un basural clandestino que nos metieron en el barrio cerca de la canchita de los chicos, confirma Roberto Díaz, referente del barrio qom Chacra 7 en Castelli, Chaco, a Plazademayo.com. Norberto Balasec, dueño de la Toyota que aplastó al pequeño, y Basilio Mesa, su conductor, ni siquiera pararon a auxiliar al menor.

Carlos Gómez, de 6 años, murió en el acto tras pasarle por encima una camioneta que iba a tirar ilegalmente basura. “Carlitos” no iba a la escuela y murió unos metros más allá de donde se pasó la vida jugando. “Se murió enseguida, yo no tengo nada, tengo seis hijos más”, relatan con tristeza Nancy Galván y Mariano Gómez, padres del niño fallecido.

Muchas veces le habían prometido a Díaz que quitarían de allí el basurero; con su contaminación y pestes a cuestas. Pero nunca hicieron nada y las esperanzas son casi nulas: Capitanich incluso se negó a recibirlos cuando viajaron a Resistencia por una audiencia prometida e incumplida. Según el mismo portal de noticias, luego de muerte del niño, ni el intendente de Castelli, Alberto Nievas, ni el gobernador, Jorge Capitanich, tomaron contacto con los familiares.

Días atrás, Abelardo Díaz – hijo del qarashe de la Comunidad “La Primavera” Félix Díaz – y Carlos Sosa, fueron salvajemente golpeados por una patota. Ambos se encuentran aún internados en el hospital de alta complejidad “Juan Domingo Perón”, en la capital formoseña. El miedo allí es recurrente: por la noche, cualquier camino de tierra de la comunidad puede ser el pasaporte a una golpiza o la muerte. Lo mismo que temía (y de lo que nos advertía) Daniel Asijak en noviembre de 2012, casi tres meses antes de morir en el hospital, luego de ser encontrado agonizando al lado de la ruta con un fuerte golpe en el cráneo.

El etnocidio silencioso y paciente continúa.

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