Es el séptimo día de masivas protestas y movilizaciones en Turquía. Las protestas contra el gobierno de Erdogan comenzaron con el proyecto gubernamental de convertir un parque en el centro de Estambul en un shopping y una mezquita. Ante la represión policial, las movilizaciones crecen día a día en diversas ciudades. Hay, al menos, 4 personas muertas.

Las protestas en Turquía contra el gobierno de Recep Tayyip Erdogan entraron en una nueva fase ayer con la movilización de decenas de miles de personas convocadas por dos de los más importantes sindicatos turcos, luego de seis días de masivas manifestaciones en varias ciudades del país.

La Confederación Sindical de Obreros Revolucionarios (DISK), que posee unos 420 mil miembros, se sumó a la Confederación de Sindicatos del sector público (KESK) para organizar marchas en la mayoría de las grandes ciudades del país. En Estambul, las marchas de ambos sindicatos convergieron con miles de manifestantes en la plaza Taksim, corazón de la revuelta contra el gobierno de Erdogan. Pidieron por la libertad sin cargos de los miles de detenidos en lo que va de las seis jornadas de protestas, así como también que los responsables de los excesos policiales rindan cuentas. En este sentido, exigieron al gobierno que destituya a los jefes de la policía de varias ciudades del país, fundamentalmente los de Estambul y Ankara. Las protestas antigubernamentales se han cobrado ya cuatro víctimas: un hombre murió al recibir un disparo en la cabeza a manos de la Policía en Ankara, un hombre de 22 años recibió en la cabeza el impacto de un bote de humo disparado desde un vehículo policial durante una marcha en la provincia de Hatay y otro joven fue atropellado por un coche particular cuando levantaba una barricada en Estambul. Se suma, a estas muertes, el deceso de un policía que cayó por un puente mientras perseguía a manifestantes.

Todo comenzó siendo una manifestación para evitar la destrucción de uno de los pocos parques que quedan en el centro de Estambul, donde el proyecto oficial del gobierno preveía construir un gigantesco shopping y una mezquita. Pero la negativa a concentrar el último 1° de Mayo por parte del Gobierno y la represión que se desató en el desalojo de los manifestantes que intentaban impedir la destrucción del parque Gezi, le estalló al gobierno de Erdogan entre las manos. El epicentro de las protestas se halla en Taksim Square, donde los manifestantes han levantado grandes barricadas de piedras, coches destrozados y verjas para evitar la entrada de furgones policiales a la plaza.

A la espera de que Erdogan, en viaje oficial al Magreb, regrese hoy a Turquía, los manifestantes mantienen su determinación, pese a las “disculpas” presentadas por el viceprimer ministro Bulent Arinç, a las víctimas de las brutalidades policiales. Por su parte, el Primer Ministro turco, ha confirmado que su gobierno seguirá con el plan inicial de construir un shopping y una mezquita más allá de las protestas. Asimismo, aseveró que algunos grupos han manipulado lo que había comenzado como una protesta ambiental y que, incluso, muchos extranjeros habían sido arrestados.

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