250 detenidos y 50 heridos tras una dura represión policial en las calles de San Pablo en el cuarto día de protestas contra el aumento del transporte público en Brasil.

 

Las calles del centro de San Pablo se convirtieron en la noche de este jueves nuevamente en un campo de batalla en el cuarto día de protestas contra el aumento del transporte público en Brasil. La noche de protestas y movilizaciones dejaron el saldo de más de 250 detenidos y 50 heridos, incluidos varios periodistas.

La policía militar ya había advertido el miércoles de que iba a reprimir duramente a los manifestantes luego de que el pasado martes se sucedieran episodios de vandalismo y barricadadas en distintos puntos de la ciudad. El propio alcalde de la ciudad de San Pablo, Fernando Haddad, reconoció que la violencia de esta noche había sido estrictamente por parte de las fuerzas policiales: “El martes pasado la imagen que quedó fue la de la violencia de los manifestantes. Hoy, por desgracia, no quedan dudas: la imagen que ha quedado es la de la violencia policial”, señaló.

El lanzamiento de gas pimienta, bombas de humo, gas lacrimógeno y pelotas de goma por parte de los antidisturbios de la policía militar comenzaron sobre las ocho de la noche, hora local, cuando la multitud se dirigía hacia la Avenida Paulista, uno de los centros financieros de la ciudad. La orden que tenían las fuerzas policiales era evitar e impedir que los más de cinco mil manifestantes cortaran y llegaran a dicha avenida.

 

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