En 1970, en una reñida elección, Salvador Allende, respaldado por la Unidad Popular, obtuvo la primera mayoría en las elecciones presidenciales. Tres años después fue derrocado por un golpe militar liderado por Augusto Pinochet, dando paso a 17 años de dictadura militar, miles de detenidos, torturados y desaparecidos. A cuarenta años de la muerte de Salvador Allende.

 

Salvador Allende nació el 26 de junio de 1908 en Valparaíso. A pesar de su temprana y extensa militancia, tal vez nunca imaginó que cambiaría el rumbo de la sociedad chilena ni el antes y el después que marcarían los mil días de gobierno de la Unidad Popular.

En su cuarta postulación a presidente de Chile, Allende se impuso en las elecciones de 1970, alcanzando el 36,6% de los votos contra el 34,9% de Jorge Alessandri, su principal oponente. Ratificado luego por el Congreso Nacional de Chile, el 4 de noviembre de 1970 asumió como primer mandatario. La estatización de empresas, la nacionalización de la minería, la redistribución de la riqueza y la profundización de la reforma agraria estuvieron a la orden del día a medida que se desarrollaba el plan de transición del capitalismo al socialismo.

La creciente polarización de la sociedad chilena, la oposición de los principales diarios del país como El Mercurio, La Segunda y La Tercera de la Hora, entre otros, sumado al apoyo logístico y financiero del gobierno norteamericano; fueron minando poco a poco el gobierno de Allende. La inflación galopante, la fijación de precios oficiales y el consiguiente desabastecimiento generalizado fueron las piedras angulares de uno de los mayores sobresaltos que sufrió el gobierno socialista chileno.

El creciente aislamiento dentro de las Fuerzas Armadas de los militares leales al presidente Allende era consecuente con el avance en la planificación del golpe de estado por su plana mayor. El 11 de septiembre de 1973, las tres ramas de las Fuerzas Armadas y el cuerpo de Carabineros, pusieron fin a su mandato constitucional. El golpe de Estado estaba en marcha, y el Palacio de La Moneda fue atacado por aviones y tanques. Desde dentro, Allende y cuarenta allegados resistían los embates militares; mientras en Santiago de Chile y el resto del país se sucedían distintas escaramuzas. Allende se suicidó alrededor de las dos y media de la tarde, luego de rechazar la oferta de Augusto Pinochet de exiliarse del país.

A partir de ahí, sobrevino la dictadura militar encabezada por el general Augusto Pinochet, que duraría diecisiete años en el poder. Privatizaciones, neoliberalismo, miles de detenidos, torturados y desaparecidos marcarían el rumbo de la sociedad chilena de ahí en más.

Horas antes de su muerte, más precisamente a las 10:15, Salvador Allende había emitido su último mensaje al pueblo chileno a través de radio Magallanes, la única que todavía transmitía los mensajes del gobierno: “Trabajadores de mi patria: Tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres el momento gris y amargo, donde la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!”

 

 

 

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