Al no lograrse la aprobación del presupuesto, debido principalmente a la reticencia de los republicanos de dar luz verde a la ley de reforma sanitaria, la Casa Blanca procedió al cierre del gobierno y la parálisis administrativa de las entidades federales. 800 mil trabajadores deberán quedarse en sus casas sin goce de sueldo.

 

Obama

Luego de 17 años, el gobierno de los Estados Unidos deberá afrontar una nueva parálisis administrativa, luego de que el Congreso se negara a acordar contrarreloj los puntos fundamentales del presupuesto 2014, donde uno de los puntos más álgidos rondaban alrededor de la “Obamacare”, la ley que busca otorgar cobertura de salud a los norteamericanos que están fuera del sistema. El último precedente se había dado durante la Administración de Bill Clinton y duró 22 días, del 15 de diciembre de 1995 al 6 de enero de 1996.

Los republicanos intentaban bloquear la implementación efectiva de la discutida reforma sanitaria; impulsada por Obama, aprobada en 2010 y avalada por la Corte Suprema en 2012, la ley pretende otorgar cobertura de salud a millones de norteamericanos que se encuentran actualmente fuera del sistema. Sin embargo, y en el marco de la aprobación del presupuesto, los republicanos de la Cámara de Senadores rechazaron el proyecto, que previamente había sido aprobado en Diputados.

“Por desgracia, el Congreso no ha cumplido con su responsabilidad. No ha sido capaz de aprobar un presupuesto y como resultado, gran parte de nuestro Gobierno debe cerrar ahora hasta que el Congreso vuelva a financiarlo”, aseguró Obama en un video difundido por la Casa Blanca.

Como consecuencia, la Casa Blanca ordenó anoche a las agencias federales que inicien el proceso de cese de actividades. “Las agencias deben ahora ejecutar los planes para un cierre ordenado ante la ausencia de asignación de recursos”, remarcaron. La crisis general del sistema político, con el cierre indefenido de la administración federal y los servicios públicos, obligará a quedarse en casa a más de 800.000 funcionarios federales durante el tiempo que dure la escasez de fondos.

Aún así, confirmaron que ciertos servicios básicos se mantendrán como el correo, el control de tráfico aéreo, los cheques de pensiones o la actividad de los agentes policiales y de seguridad. Todos los servicios públicos, incluidos la sanidad, la educación y las fuerzas armadas, se mantendrán únicamente con el personal imprescindible y necesario. Los ministerios cerrarán sus puertas, así como otras muchas oficinas del Estado.

Comentarios

comentarios