La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó tras un año de investigaciones que el glifosato puede provocar cáncer en humanos.

Monsanto

Luego de un año de trabajo, en que participaron 17 expertos de once países, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un informe el último 20 de marzo en el que comprueban que el glifosato puede provocar cáncer en seres humanos.

“Hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)”, advirtieron. El herbicida, además, “causó daño del ADN y los cromosomas en las células humanas”.

Según los científicos, cinco pesticidas químicos usados como insecticidas y herbicidas – glifosato, malation, diazinon, paration, y el tetrachlorvinphos – resultaron ser cancerígenos.

En esta línea, el grupo de IARC – Agencia de Investigación sobre el Cáncer (IARC)  aseveró que existen “significativas pruebas” y que se llegó “a la conclusión de que es suficiente evidencia de que [el glifosato] es cancerígeno en animales de experimentación”.

Glifosato

La multinacional Monsanto es la creadora del glifosato (bajo la marca Roundup); por ello, el director de Tecnología de la compañía a nivel global, Robb Fraley, aseveró que están “indignados con esta evaluación”.

¿Por qué salieron con los tapones de punta? Desde Monsanto intuyen que las consecuencias del documento son mayúsculas: la Organización Mundial de la Salud – máximo espacio internacional de referencia en materia sanitaria – confirmó así las denuncias históricas de organizaciones sociales, ecológicas, vecinales y círculos académicos.

“En este último tiempo existe una embestida por parte de la industria productora de esta química dañina para la salud, que en principio lo que hace es intentar ensuciar a los investigadores independientes que habían planteado estas cosas y, ahora, los mismos que se escudaban en que la OMS decía que no era dañino, salen a pegarle a la OMS porque no ha podido desconocer por más tiempo el daño que esto ha generado”, retrucó el doctor de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, Damián Verzeñassi, en diálogo con Radio Sur.

Según datos brindados por el periodista Darío Aranda en MU, en la República Argentina “se aplica glifosato en más de 28 millones de hectáreas, volcando a los suelos más de 300 millones de litros de glifosato cada año. Los campos de soja transgénica, maíz y algodón son rociados con el herbicida  para que nada crezca, salvo los transgénicos”.

Con la resistencia de miles de vecinos a lo largo y ancho del país – el caso de las Madres de Barrio Ituzaingó Anexo y Malvinas Argentinas en Córdoba es el más emblemático pero no el único -; el respaldo de científicos independientes y, ahora, de la Organización Mundial de la Salud (OMS): ¿Hasta cuándo seguirán fumigando y matando personas en pos del modelo extractivo-sojero?

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