El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, fue escrachado esta mañana por organizaciones sociales cuando intentaba ingresar a la Casa Rosada: está sindicado como uno de los responsables políticos por la muerte de Kosteki y Santillán en 2002.
“Yo no tuve nada que ver”, afirmó el funcionario nacional ante la prensa, luego de que le preguntaran por su actuación en la la llamada “Masacre de Avellaneda”.
“No figuro en la denuncia que se realizó”, agregó Fernández. “Esto me sucede porque soy una persona visible” que “cuenta la gestión de gobierno ante las cámaras”, recalcó.
Por último, aseguró que estuvo “doce días” fuera del país y que recién se enteró de los hechos cuando arribó al Aeropuerto Internacional de Ezeiza.
