Uno de los comercios históricos que cuelga el cartel de liquidación por cierre g. salgado

El brutal ajuste tarifario, la devaluación y las escasas inversiones que llegaron del exterior ennegrecieron en pocos meses el panorama socio-económico.

Cierre

La casi nula información oficial en torno al mercado de trabajo y los despidos no logra ocultar la difícil situación que atraviesan los trabajadores – en blanco, precarizados y en negro – y las medianas y pequeñas PyMEs en la Argentina.

Según el Observatorio del Derecho Social de la CTA, “la variación absoluta de trabajadores registrados en el sector privado entre los meses de noviembre y marzo fue la peor desde el año 2009. (…) Se trata de una retracción de 26.253 trabajadores frente a un incremento, en el mismo período del año anterior, de 83.839 trabajadores”.

El primer trimestre del año fue el que registró más suspensiones de la última década: tan sólo respecto del año pasado, las que se informaron al Ministerio de Trabajo aumentaron en un 30%.

Según informó Fedecámaras, la cámara que agrupa a buena parte de las PyMEs, unos 5.000 comercios minoristas debieron cerrar sus puertas en lo que va del 2016 como consecuencia del aumento de tarifas y por los efectos de la inflación.

“Los pequeños negocios, por el volumen de ventas que tienen, se quedan sin márgenes de ganancia, deben afrontar un brutal ajuste de tarifas y al mismo tiempo absorber los aumentos de precios mayoristas, porque es imposible trasladar esos costos al mostrador”, señaló Rubén Manusovich, titular de la entidad.

Los rubros más perjudicados son: “Ferreterías y corralones”, “Casas de materiales eléctricos”, “Mueblerías”, “Casas de decoración”, “Línea blanca”, “Bazares”, “Bombonerías y Vinos finos”.

Geográficamente, los cierres tuvieron lugar en: 600 en la región del Noreste, 500 en el NOA, 500 en la Capital Federal, 400 en Córdoba, 300 en Santa Fe, 150 en Mendoza, en tanto los otros se distribuyeron en el
resto del país.

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