Desde que “Cambiemos” está en el gobierno dejaron de pagar retenciones a las exportaciones pero consumen más energía que muchas provincias enteras.

Macri X

No resulta llamativo que la plana mayor del gobierno utilice la excusa del “cuidado del medioambiente” sólo cuando le conviene: el extractivismo avanza en todo el país y es uno de los “grandes motores” de la última década.

Utilizar ciertos argumentos con cuidado le permite “pintarlos de verde” y conferirle una cierta legitimidad cuando, escarbando un poco más, se deshacen y desbaratan rápidamente.

El llamado del presidente Mauricio Macri a no “andar en patas” y “en remera” en invierno porque así “no vamos a salir adelante” es un claro ejemplo de ello:  “La energía daña el medio ambiente, consumir energía contamina el medio ambiente, entonces por eso vienen estas inundaciones, y después las sequías, y todos los problemas que tenemos”, argulló el primer mandatario.

Dejando de lado la simplificación que hace de varios temas en un par de oraciones – ¿ahora la culpa de las inundaciones y las sequías la tienen los que prenden la estufa en sus casas? ¿por qué no redireccionan sus miradas a la especulación inmobiliaria que no para de construir barrios privados sobre humedales, desviando cursos de ríos? ¿por qué no arrojar un manto de duda en la siembra directa, el avance de la frontera agrícola, los agrotóxicos y la ‘sojización’ del campo? – otras dudas surgen y se imponen.

 

Proyectos metalíferos

 

La Minera Bajo de La Alumbrera en Catamarca, por ejemplo, es uno de los clientes individuales más grande de fluido eléctrico: consume, aproximadamente, el 80% del total consumido por toda la Provincia de Tucumán; también consume más energía que toda la Provincia de Catamarca.

“En cuanto a la energía, pocos ejemplos alcanzan para ilustrar el faraónico impacto de estos emprendimientos en el sistema energético nacional: el complejo minero de Veladero-Penélope y Pascua Lama, de la multinacional Barrick Gold, para la obtención de oro, plata, cobre, mercurio y molibdeno, entre otros minerales, requiere íntegramente la energía que suministra la central núcleo eléctrica de Atucha (más de 300 MW de potencia instalada). Por su parte, el emprendimiento minero Bajo La Alumbrera representa el 86% del consumo de los grandes usuarios mayoristas de energía de la Provincia de Catamarca (fuente: Mercado Eléctrico Mayorista). Hidroeléctrica el Chocón S.A. le provee directamente la energía; en el año 2003, le vendió 482 GWh (fuente: Informe Endesa, 2004). Para regar kilométricas extensiones de lixiviado, el agua se moviliza con tanta energía como los mineroductos. Mediante un fideicomiso se logró la financiación del tendido de una línea eléctrica de 500 kilovoltios -conocida como “línea en 500 Kv”- que une la Provincia de Mendoza con la de Tucumán. En el trayecto salen extensiones directamente a los enclaves mineros de Veladero, Pascua Lama, Pachón y Casposo en San Juan; y Bajo La Alumbrera y Agua Rica en Catamarca, por citar algunos ejemplos”, señala el periodista Javier Rodríguez Pardo en “Conciencia Solidaria”.

“Tan sólo tres emprendimientos megamineros demandan un consumo equiparable con la producción de la – contaminante – central atómica Atucha I, ubicada en torno a los 357 megavatios”, afirman en un artículo desde ComAmbiental.

Tomando en cuenta que las mineras están en manos de empresas trasnacionales, que despilfarran un gran porcentaje de la energía total del país y que, para colmo, desde que asumió Mauricio Macri se eliminaron las retenciones a las exportaciones mineras, no sería mejor preguntarse: ¿Y si empiezan por ahí?.

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