La detención de dos jóvenes y otra mujer mayor por dejar un coche cargado con garrafas de gas cerca de la catedral de Notre Dame echa luz sobre el entramado del ISIS en Francia.

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Ni locos ni lobos solitarios: policías e investigadores franceses comenzaron a reconstruir las identidades y trayectorias de las tres mujeres detenidas por planear atentados en París y encontraron vínculos con otros ataques.

Según lograron constatar, las mujeres estaban siendo guiadas por miembros del Estado Islámico (ISIS) en Siria y tenían contactos con quienes degollaron a un cura en el norte de Francia hace algunas semanas atrás.

Francois Molins, fiscal parisino, señaló: “La organización terrorista no sólo usa mujeres sino también hombres jóvenes: los pone en contacto y les brinda planes a la distancia”.

Una de las mujeres detenidas era la novia de Larossi Abballa, que asesinó en junio a un policía y a su compañero en un departamento de la capital francesa para luego caer abatido bajo las balas de las fuerzas de seguridad. “Sara H.”, otra de las sospechosas, estaba casada con Adel Kermiche, uno de los yihadistas muertos por degollar al sacerdote católico en Saint-Étienne-du-Rouvray, a 125 km al norte de París, en Alta Normandía.

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