Hay historias secretas que se cuelan y ven la luz por los lugares menos esperados: la de los postes pintados de negro en el Mundial de Argentina 1978 es una de ellas.

El periodista David Forrest, que trabaja para el prestigioso diario inglés “The Guardian”, publicó un detalle revelador de aquellos años y que, hasta el momento, había pasado inadvertido.

Durante el desarrollo del certamen, y sin que la Junta Militar lograra entenderlo, un mensaje de protesta por los crímenes cometidos y de recuerdo para los desaparecidos se habría colado en medio del férreo silenciamiento, exhibiéndose ante los ojos de millones de personas alrededor del mundo.

“Teníamos un gran problema. Todos conocían a alguien que conocía a alguien que había desaparecido. Las Madres de Plaza de Mayo ya estaban en la plaza. Discutimos poner un mensaje en el césped, o pintarlo en los carteles publicitarios, algo que las cámaras de TV pudieran ver, pero expresarse bajo alguna de esas formas contra la Junta Militar era cometer un suicidio”, le confirmó a Forrest uno de los responsables del mantenimiento de los campos de juego, Ezequiel Valentini.

Un día, a uno de sus compañeros se le ocurrió una idea: pintar la base de los palos de color negro. Los militares encargados de planificar el torneo sintieron curiosidad: “Nos preguntaron para qué era y le dijimos que era tradición, ellos no tenían ni idea de fútbol”.

“Para mediados de 1978 todos sabían de los desaparecidos. Los que trabajábamos ahí, los jugadores, todos teníamos el mismo problema. Incluso recuerdo que César Luis Menotti tuvo que guiar a los futbolistas ante este dilema moral, diciéndoles que no tenían que ganar por los militares sino por los trabajadores metalúrgicos, los carniceros, los panaderos y los taxistas que habían llenado el estadio”, recordó.

“Miles fueron desaparecidos, muertos, en ese momento. Todavía hoy es imposible decir exactamente quiénes y cuantos fueron asesinados por la Junta Militar. Era justo que sean recordados públicamente”, sentenció.

La noticia, al ser replicada en la Argentina, se tiñó de sospechas en torno a su veracidad: dos periodistas especializados en el ámbito del deporte y, fundamentalmente, en el fútbol, intentaron chequear la información del periodista inglés pero no llegaron a ningún resultado satisfactorio.

A menos que el diario inglés se haga eco de las dudas o que el periodista lo ratifique mostrando algún tipo de veracidad en sus fuentes, los “postes negros” se convertirán en otro mito del Mundial 78, junto a Tarantini y sus saludos a Videla, la supuesta negativa de Cryuff y otros jugadores a no venir a la Argentina por la dictadura (el protagonista negó que fuera cierto) y la goleada a Perú.

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