En la Catedral de Buenos Aires, el cardenal Mario Poli fue el encargado de hablar públicamente en su homilía por los festejos del #25DeMayo.

Ante la mirada de Mauricio Macri, se pronunció en contra de la interrupción voluntaria del embarazo en momentos donde el Congreso de la Nación discute el tema.

De la ceremonia participaron también Juliana Awada, la vicepresidenta Gabriela Michetti, el gabinete gubernamental y las autoridades del parlamento.

“Honrando los gestos de grandeza de los padres de la Patria, a quien hoy tenemos en la memoria agradecida, decimos que vale toda vida; y ante el bello e inefable don de la concepción, si la propuesta es optar por una u otra, en esta bendita tierra austral apostamos decididamente a que vivan las dos. Para dios no hay excluidos”, señaló Poli en ese marco.

Además, el cardenal intentó dar también un mensaje político: “La indiferencia y el egoísmo de los ricos frente a la miseria de los pobres no pasa inadvertida ante los ojos de Dios. Los cambios sociales y culturales se dan en procesos que llevan tiempos que nos trascienden. Se extienden más allá de los períodos de un gobierno. Debemos desconfiar de los logros instantáneos y recetas prometeicas. Si algo hemos aprendido, debemos decir: si comenzamos hoy, dentro de 10, 15 o 20 años se verán los frutos. El tiempo no lo podemos someter, pero sí está en nuestras manos perseverar unidos en los objetivos por el bien común”.

“Mientras dura ese proceso, el primer deber del Estado es cuidar la vida de sus habitantes. Especialmente de los débiles, los pequeños, los pobres y marginados, los enfermos y los ancianos abandonados, porque son los más pobres de los pobres”, remató.

Más tarde, el propio Mauricio Macri repartió locro en la Quinta de Olivos junto a Juliana Awada, su gabinete y un grupo de jubilados.

Allí, el mandatario instó hoy a los argentinos a “ponerse de acuerdo” y a seguir “construyendo bases sólidas” que permitan al país “crecer 20 años seguidos y derrotar definitivamente a la pobreza”.

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