De marzo para acá, todos los martes y los jueves distintas personalidades del espectáculo, especialistas, médicos, sociólogos, filósofos, trabajadores sanitarios, religiosos y legisladores sentaron su postura en torno al tema.

“Existen evidencias de presencia de dolor en el feto a partir de la semana seis. Despenalizar significará que haremos elección en la Argentina de quién nace y quién no”, señaló Paola Basualdo, pediatra.

“No mueren miles de mujeres por aborto. Se mueren más mujeres queriendo tener a sus hijos que queriendo abortar. El proyecto de ley no busca contener a la mujer. No busca ayudarla. No hay empatía que valga. Estamos legalizando el descarte de personas”, agregó María Marta Rodríguez, directora de formación de “Frente Joven”.

Laura Yachelini, médica especialista en bioética,señaló por su parte: “¿No sería mejor acompañar a la mujer en situación de vulnerabilidad y responder a los motivos que la llevaron a pensar en el aborto? El proyecto de legalización crea categorías de seres humanos”.

Ludmila Viar, abogada e integrante del “Centro de Bioética Persona y Familia”, concluyó: “Creo fuertemente que el aborto es una de las injusticias más grandes que estamos tratando en este país. Estamos resolviendo un problema con la muerte del inocente”.

“Para defender el aborto se invocan situaciones desesperadas pero pensemos primero en los niños”, aseveró Úrsula Basset, de Ciencias Jurídicas de la UCA en el comienzo de la ronda de argumentaciones en contra del #AbortoLegal. “La niña del caso FAL se salvó de seguir siendo abusada gracias a su embarazo. Reflexionemos y no hagamos leyes cómplices del abuso. Miremos bien lo que estamos haciendo porque no solamente le robamos la maternidad, que tal vez ella quiere tener, sino también la dignidad”, agregó.

Oscar Botta, luego del disparate al comparar la interrupción del embarazo con la desaparición forzada de personas, advirtió: “Las tasas de embarazo y aborto adolescentes cayeron en donde hubo recortes a los programas de salud sexual. ¿Por qué en la Argentina hacemos lo contrario? Si la familia es la base de la sociedad, el vínculo conyugal debe ser protegido, no atacado con estas leyes”.

“Despenalizar el aborto o legalizarlo es una incongruencia. Es una cobardía desde la vida de un adulto terminar con la vida de un niño. Es como si para terminar con la pobreza matáramos a los pobres”, señaló Rodolfo Keller, pediatra y neonatólogo del Hospital Austral en el inicio de la sesión.

“Lo que ahora se pretende es imponer la obligación o la obligatoriedad del aborto. Se obliga a realizar abortos aun a aquellos que tienen profundas objeciones en contrario. Estamos ante un conflicto de derechos humanos. En la objeción de conciencia hay un conflicto de derechos: el de la madre que quiere ponerle fin a la vida de su hijo por nacer y el de los médicos que quieren actuar según su conciencia”, aseguró después Juan Gregorio Navarro Floria, de la Facultad de Derecho de la UCA.

“Me llama la atención que se plantee este problema desde una perspectiva tan sesgada. Poner en foco solo a la mujer embarazada, dejando de lado al otro ser, que además también puede ser una mujer, es injusto. El derecho a la vida de la mujer no está en riesgo a menos que ella misma lo ponga en riesgo”, remató Florencia Ratti, investigadora del Conicet UCA-UNLZ.

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