Cuando su nombre fue pronunciado como el absoluto ganador en la entrega de los premios Goya en la categoría Mejor Actor Revelación, el auditorio en pleno estalló en aplausos para Jesús Vidal. Se había convertido en el primer intérprete con discapacidad en ser reconocido de tal manera, llevándose a casa la preciada estatuilla por su brillante papel en la película “Campeones”.

Acto seguido y con mucha calma subió al escenario para recibir el premio. Lo que vino a continuación fue un discurso estremecedor que reivindicaba la lucha de las personas con las mismas necesidades de él. Agradeció a su equipo de trabajo y a sus padres, a quienes en sus palabras, debe todo lo que es.

“Sin duda, para mí, ha sido un verdadero reto interpretar a un personaje como Marín, ya que yo venía del teatro y el cine me ha enamorado. Espero que este idilio siga muchos años más. Este trabajo representa también a mis nueve compañeros del equipo de los amigos. Compañeros, sin vuestra frescura, vuestra espontaneidad y vuestro talento, esto no hubiera sido posible”, expresó.

Pero la vida de Jesús ha sido una completa historia de superación y perseverancia más allá de los obstáculos visibles. El actor de 43 años estudió filosofía y cursó un máster en periodismo, cuyas prácticas cubrió nada menos que en la agencia de noticias española EFE y en la versión digital del Diario de León.

Y aunque no fue hasta hace poco cuando pudo encarnar de lleno a un personaje, las artes no le son ajenas pues es director y actor de teatro con cinco años dedicados por completo a esta labor. Además el deporte le hace guiños,  siendo el baloncesto y el ciclismo sus favoritos. “Campeones”  une lo mejor de sus dos mundos al contar la historia de un profesor que debe cumplir trabajo comunitario entrenando a un grupo de personas con discapacidad que le darán una lección de vida.

Vidal tiene una discapacidad visual que no ha sido impedimento para lograr todo cuanto se propone. Su hermana María José cree el Goya es  “un reconocimiento a todo su esfuerzo, a su superación y lucha, teniendo en cuenta que es una persona prácticamente ciega, con una visión de apenas un diez por ciento y no hay obstáculo que se le haya puesto por delante”.

“Señores de la Academia, han distinguido a un actor con discapacidad, no saben lo que han hecho. Ahora solo se me ocurren tres palabras: inclusión, diversidad y visibilidad. ¡Qué emoción siento!” , así arrancó su discurso aquella noche que fue ovacionado por lo mejor del cine español una figura que seguramente dará mucho más de que hablar en el futuro.

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