? Foto: Avener Prado para The Guardian

Ni el intenso trabajo de los bomberos ni la presión internacional para con el gobierno de Jair Bolsonaro han logrado todavía aplacar los incendios en la región amazónica.

La situación sigue siendo de emergencia: a pesar de que se han redoblado esfuerzos durante las últimas semanas, el panorama sigue siendo sombrío en lo que respecta a los efectos de mediano y corto plazo sobre el medioambiente.

Y la administración brasileña, para colmo, intenta dar un mensaje de “tranquilidad” y de que las costas están “totalmente bajo control” mientras los pobladores y los pueblos originarios solo hablan de “caos”.

? ¡Un momento crítico!

? Foto: Avener Prado para The Guardian

Según datos provisorios del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), la deforestación del Amazonas prácticamente se duplicó entre enero y agosto del 2019, totalizando 6.404.4 km2, frente a 3.336.7 km2 en el mismo periodo de 2018.

Los especialistas coinciden en que la escalada se explica fundamentalmente por la presión de madereros y ganaderos sobre las tierras, alentados por el apoyo y los constantes mensajes del presidente Jair Bolsonaro a la apertura de reservas indígenas y áreas protegidas.

En esta línea, el Instituto de Protección Ambiental del Amazonas informó que “de los 8.915 incendios forestales contabilizados entre el 1 de enero y el 7 de septiembre en el estado de Amazonas, 3.923 fueron registrados en unidades de conservación ambiental, reservas indígenas o áreas de asentamiento para recolectores“.

? Al menos un 10% de las especies animales del planeta se encuentran en el Amazonas, según el Fondo Mundial Para la Naturaleza: científicos alertaron que un número incontable de aves, mamíferos e insectos ahora está en peligro por los incendios. Se podrían perder esas especies.

? Foto: Avener Prado para The Guardian

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