A diferencia de otras oportunidades donde la demora terminó conspirando contra el espectáculo y la CONMEBOL terminó generando resquemores y bronca, la entidad sudamericana actuó a tiempo.

En las últimas horas de la tarde del martes los dirigentes tomaron una decisión drástica: cambiaron la sede de la final de la Copa Libertadores que disputarán River y Flamengo el sábado 23 de noviembre a las 17 horas.

El partido que se iba a jugar en Santiago de Chile se trasladará a Lima debido a los graves estallidos sociales que sacuden al país trasandino.

? ¡TODO RESUELTO!

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