Fue un mar de emociones. Fue mucha angustia, mucha lucha, mucho dolor que al fin tuvo sus frutos”, reveló Paola González, madre de una de las víctimas de abuso sexual por parte de los eclesiásticos, en diálogo con FM “Parque Vida”.

“Desde el primer momento, donde el médico me dice que mi hija había sido terriblemente abusada convertí mi dolor en lucha y empecé a organizar otras madres. Éramos muy pocos en ese momento, con mucho en contra y luchando contra uno de los poderes más grandes del mundo“, explicó luego.

Esta condena es ejemplar y va a servir de puntapié para muchas otras luchas. (…) Esto es fortalecer a las víctimas, decirles que la justicia sí les cree”, subrayó.

Nuestro peor pecado fue ser pobre. Esto fue muy manejado desde el principio, seguían a las familias más vulnerables y a esos chicos les daban el ingreso al instituto”, remató.

? “Estos curas siguen siendo parte del clero. La Iglesia Católica no ha hecho nada y con los sobrevivientes del Próvolo ya es tarde”

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