A pesar de que desde enero todo el mundo depositó sus ojos en el gigante asiático para ver el modo en que se desarrollaba el brote del nuevo coronavirus, las frágiles medidas tomadas por la mayoría de los países del mundo pueden causar estragos.
Bruce Aylward, que dirige la misión de expertos integrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y China para recabar información y entender qué pasa con el COVID-19, brindó una conferencia de prensa con barbijo y alertando sobre la posibilidad de que se expanda rápidamente.
“Tienen que estar preparados para gestionar esto a mayor escala y tiene que hacerse rápidamente, como si los fuera a afectar mañana”, aseveró ante los periodistas que, a modo de precaución, tuvieron que sentarse a metro de distancia entre sí.
“El mundo no está preparado para el COVID-19, no estamos preparados como deberíamos, tanto desde el punto de vista psicológico como material”, subrayó luego.
En esta línea, y al referirse a la evolución del virus y sus efectos, destacó: “La evaluación unánime es que los chinos han cambiado el curso de esta epidemia. Es impactante. Si tuviera el COVID-19, querría ser atendido en China: saben cómo mantener con vida a la gente que han contraído el coronavirus”.
??⚕️ Según la OMS, la epidemia alcanzó un punto culminante entre el 23 de enero y el 2 de febrero: desde ese entonces, la cantidad de casos positivos registrados entró en una tendencia decreciente.
