Poco más de dos años después de la privatización, finalmente el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dio otro paso más en contra del transporte público porteño: en medio de la pandemia, decidió arancelar el sistema de EcoBici.

El proyecto impulsado por el oficialismo fue sancionado este último jueves con 37 votos afirmativos (GEN, UCR-Ev, CF y VJ), 20 negativos (FdT, PTS, FIT y PO) y dos abstenciones (AyL y PS).

A partir de ahora, la utilización de las bicicletas dejará de ser gratuita los fines de semana y los feriados para aquellos que residan en el territorio porteño; mientras que los días hábiles podrán utilizarlas sin abonar nada durante los primeros 30 minutos y hasta cuatro veces por día. Los no residentes y turistas, por su parte, deberán pagar a diario por su uso. La tarifas todavía no fueron especificadas en ningún caso.

Como si todo esto fuera poco, la norma dejó abierta una ventana más: establece que se podrán crear “distintos tipos de tarifa de acuerdo a las categorías de usuarios y o modalidad de prestación del servicios”, por lo que no se descarta que, en no mucho tiempo, todos tengan que pagar por usar el sistema.

Vale la pena recordar que la administración de Horacio Rodríguez Larreta justificó la decisión de arancelar el “Sistema de Transporte Público en Bicicleta” en la creación del programa” Buenos Aires: Ciudad Bici” para “ampliar la red de ciclovías y bicisendas promoviendo el ciclismo urbano y la incorporación de nuevos usuarios a la infraestructura existente“.

A fines de octubre, el Observatorio del Derecho a la Ciudad ya había advertido sobre el revés que supone esto para los ciudadanos: “Cuando privatizaron el servicio nos prometieron que sería totalmente gratuito durante toda la concesión y ahora nos avisan que vamos a tener que pagar por pedalear“.

En 2018, cuando mejor estaba funcionando el servicio, decidieron concesionarlo a la única empresa que se presentó a la licitación: Tembici.  ¿Cómo quedaron los tantos? De toda la infraestructura de ciclovías y su expansión se sigue haciendo cargo el GCBA (…) que le paga a la empresa un monto mensual de 3 millones de pesos que cubre todos los gastos operativos y de mantenimiento y, el arreglo y reposición de las bicicletas. Además, autorizó a la empresa a explotar el negocio de la publicidad exterior del sistema con 500 espacios en la vía pública, más el esponsoreo en las bicicletas, estaciones y en la aplicación móvil. Un regalo. Cero inversiones privadas, cero riesgos empresariales, ganancias aseguradas“, remataron.

👎🏻 ¡Un retroceso para los bolsillos y la movilidad sustentable!

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