A pesar de la disparada pronunciada de los contagios, el gobierno porteño se niega a implementar restricciones severas para frenar la circulación de las personas y, por ende, del virus en el distrito.
“El año pasado fue muy duro para las PyMEs, que generan 7 de cada 10 empleos en la Ciudad de Buenos Aires. Son los locales de gastronomía, los negocios, los hoteles y la construcción“, justificó Diego Santilli, vicejefe de gobierno, en diálogo con Radio Mitre al asegurar que irán a la reunión con las autoridades sanitarias nacionales y provinciales con la postura de no cerrar actividades.
“El objetivo es testear, aislar y vacunar. Y seguir los indicadores: hoy amanecimos con el 37% de las camas de terapia intensiva. 22% en camas moderadas. 8 % en camas leves. Todavía podemos seguir trabajando con todos los cuidados que tenemos que tener. El año pasado, cuando se cerró 15 días, la ocupación era de 69%. Hay que tener equilibrio. Tenemos que analizar todas estas cuestiones con los indicadores”, agregó.
Y remató: “El equilibrio implica salvar vidas, evitar contagios pero sostener la actividad económica. Nos está pasando lo que pasó en el hemisferio norte. Viene el otoño y los casos crecen porque la gente se guarda más“.
