En plena segunda ola de coronavirus, con los trabajadores de salud agotados y los hospitales al borde del colapso, el Hospital Durand sufrió un duro revés: medio centenar de enfermeros y enfermeras decidió dejar sus puestos ante las pobres condiciones de trabajo y los magros salarios.

En dos meses renunciaron 50 trabajadores de enfermería por las malas condiciones y los bajos salarios”, aseguró Luis Ortíz, delegado de la junta interna de ATE. “Cobran 44 mil pesos por mes, no les dan la ropa de trabajo, no les reconocen la carrera, no se les da almuerzo. Tampoco les pagan insalubridad por trabajar en sectores altamente contagiosos y encima el director del hospital les echa la culpa si se contagian por contacto estrecho”, agregó.

Con la renuncia de los enfermeros no tenemos quien atienda a los pacientes, tenemos que sacar de otros servicios para ponerlos en la terapia intensiva, sobrecargar de trabajo a otros sectores“, explicó luego el gremialista.

Sobre el estado general y la infraestructura del establecimiento, señaló: “Es mentira que el gobierno porteño no tiene plata para invertir. Les pedimos una reunión y no tuvimos respuesta. Es una vergüenza que no apuesten en salud, hoy es lo más importante”.

“Tuvimos solo un aumento del diez por ciento y seguimos esperando paritarias pero nos encasillan en la paritaria central de administración y no en la paritaria de salud, eso lo venimos discutiendo con las autoridades ministeriales”, concluyó. 

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