En los últimos días, ambientalistas, investigadores, paisajistas, historiadores, arquitectos y patrimonialistas firmaron una “Carta abierta en defensa del Jardín Botánico” y convocaron a un abrazo simbólico el próximo domingo 16 de julio a las 15, en la puerta principal de Avenida Santa Fe 3951.

“Nos hemos enterado por la prensa de que en el Jardín Botánico Carlos Thays de la Ciudad de Buenos Aires se desarrolla una ‘‘’Muestra Inmersiva Lumínica’, denominada Secret Garden. Al respecto, queremos recordar que un Jardín Botánico no es un jardín corriente. Es el Museo de las Plantas y su objetivo es científico, artístico, educativo y social. Así lo entendió Thays cuando lo proyectó y construyó”, señalaron.

“Es un oasis de vida para la flora, la fauna (…) y está designado como el primer Refugio Climático de la Ciudad, para ser utilizado cuando el verano nos traiga temperaturas extremas (…) pero así se alteran los ciclos de descanso de la flora y la fauna“, prosiguieron.

Y agregaron: “La arquitectura y las obras de arte, son banalizadas. El microclima y el ecosistema del Jardín Botánico -que deberíamos cuidar como el reservorio patrimonial que es- son perturbados por la falta de respeto a la flora y la fauna, por lo que consideramos totalmente fuera de lugar esa instalación. En lugar de concientizar sobre el valor patrimonial de este espacio verde, prima la banalidad de mostrar al público mariposas de plástico con luz, antes que a las verdaderas, atraídas por arbustos y entre flores vivas“.

Vale la pena recordar que el Jardín Botánico de Buenos Aires fue declarado en 1996 Monumento Histórico Nacional, por lo que toda intervención en él debe ser aprobada por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, tal como establece la ley 12.665. Este organismo fue el primero en advertir sobre la impertinencia del “show inmersivo” y denunciar que no fue consultado.

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