El tribunal oral de primera nominación de Santiago del Estero absolvió al principal acusado, el empresario Jorge Ciccioli, y condenó a diez años de prisión al autor material del crimen, Javier Juárez.

Cristian Ferreyra - Chelo Candia

Cristian Ferreyra tenía 23 años cuando, en el año 2011, un escopetazo acabó con su vida. El joven era uno de los integrantes del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase-Vía Campesina) y era referente de la comunidad indígena lule-vilela de San Antonio – al norte de la provincia -, que habita dos mil hectáreas comunitarias desde hace generaciones.

Ferreyra, además de cuidar a su pequeña hija de tan sólo dos años, trabajaba la tierra, criaba animales, sembraba y cosechaba su propia comida. La bala que lo mató tenía una relación directa con el modelo de agronegocios, el avance de la soja y la ganadería intensiva sobre tierras comunitarias e indígenas.

“Eran los hermanos Javier y Anton Juárez, dos guardias privados enviados por el empresarios santafesino José Ciccioli. Buscaban a Cristian Ferreyra y, sin mediar palabra, le dispararon a sangre fría con una escopeta”, contó Julián Roque, compañero del joven asesinado.

Crimen Cristian Ferreyra

Casi tres años después, y tras varias audiencias e instancias judiciales, el tribunal oral de primera nominación de Santiago del Estero liberó de culpa y cargo al empresario Jorge Ciccioli. El mismo estaba sindicado como el autor intelectual del asesinato e, incluso, el responsable de proveer las armas.

Por otro lado, condenó a 10 años de prisión al autor material, Javier Juárez, quien permanecerá detenido; y al resto de los acusados – los hermanos Abregú y Juárez – también decidió absolverlos.

CF MOCASE III

“Esto ocurre con complicidad y alevosía de parte de autoridades provinciales y funcionarios del Poder Judicial e instituciones como la Dirección Provincial de Bosques, que autorizó desmonte en un lugar donde viven familias campesinas indígenas de varias generaciones”, denunció, por ese entonces, el Mocase-Vía Campesina a través de un comunicado.

Tres años más tarde el panorama no cambió, la lógica del lucro avanza de la mano del agronegocio y, en consecuencia, la impunidad no cesa de florecer.

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