La querella, encabezada por la jueza federal y ex esposa de Alberto Nisman, Sandra Arroyo Salgado; presentó un informe pericial que revela, al menos, tres diferencias importantes con las pericias de la causa.

Arroyo Salgado

El informe presentado y sumado en el día de ayer al expediente judicial, fue realizado por la querella “en parte analizando las fotos del cuerpo de Nisman tomadas por la Policía Federal y la Prefectura al momento ser hallado sin vida, junto a las tomadas durante la autopsia y las del lugar del hecho criminal”.

La investigación arrojó tres grandes diferencias respecto de las pericias “oficiales”: el horario de la muerte del fiscal, la ubicación de su cuerpo y la supuesta ausencia del “espasmo cadavérico” del que habla la primer autopsia.

 

Nisman
Las 12 conclusiones a las que arribaron los peritos de la querella:
“1) Natalio Alberto Nisman falleció como consecuencia de una dislaceración y hemorragia meningoencefálica producida por un proyectil de arma de fuego en cráneo y cerebro, seguida de copiosa hemorragia externa, provocando que los órganos estuvieran exangües.

2) La pistola Bersa modelo 62, calibre 22, secuestrada en autos presenta signos de haber sido disparada, fue apta para el disparo y la pericia comparativa realizada indica irrefutablemente que fue el arma usada en el hecho.

3) Las pericias de microscopía electrónica de barrido a los efectos de determinar la presencia de partículas fusionadas, características de residuos de disparo –bario, antinomio y plomo– realizadas tanto en la sede de la Policía Científica de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, así como en el Cuerpo de Investigaciones Fiscales del Ministerio Público de Salta, dieron para con las muestras obtenidas de las manos de Natalio Alberto Nisman, conforme al protocolo de la Policía Federal, resultado negativo.

4) La pericia toxicológica demostró la presencia de metabolitos de benzodiacepina en cantidades no determinables, de uso habitual de la víctima. Cafeína en cantidades no determinables y alcohol en contenido gástrico compatible con una mínima ingesta de bebida alcohólica o con la fermentación natural de alimentos ingeridos. No se demostró la presencia de alcohol en pool de vísceras, sangre u orina. Es decir que los trascendidos públicos que afirman que Nisman estaba alcoholizado al momento de su fallecimiento no son certeros.

5) No existió espasmo cadavérico porque hubo agonía. En esto me voy a permitir hacer lectura de una conclusión preliminar. Se afirmó en la autopsia oficial que el cadáver de Nisman presentaba el signo del espasmo cadavérico en la mano derecha, lo que induciría a pensar en la forma suicida de la muerte. Sin embargo, podemos afirmar con certeza que ese signo no existió, el mecanismo de producción de este signo postmortal es de rara frecuencia. De hecho, el doctor Raffo, que ha participado en 20.000 autopsias, ha visto ese fenómeno en dos oportunidades, y el Dr. Ravioli en sólo una. La agonía es incompatible con la aparición de este signo y Nisman tuvo agonía. Agonía que estuvo objetivamente demostrada por la copiosa hemorragia externa que se aprecia en la iconografía y la videofilmación. No puede haber espasmo cadavérico si hubo agonía y la agonía está demostrada por el importante torrente de hemorragia presente en la escena en que fue hallado el cuerpo sin vida del Dr. Nisman.

6) La posición en que fue encontrado el cuerpo no fue la final, es decir que no fue la que tenía al momento de la muerte. El cuerpo ha sido movido.

7) El cuerpo se hallaba exangüe y laxo al momento del inicio de la autopsia.

8) El cronotadiagnóstico, es decir, la data de la muerte, es de 36 horas, más menos cuatro horas, contadas a partir del inicio de la operación de la autopsia. La autopsia fue realizada el día lunes 19 de enero de 2015 entre las 8 y las 10 horas.

9) La determinación de potasio en humor vítreo está acorde con el intervalo postmortal que hemos señalado.

10) El orificio de entrada está ubicado en la zona temporoparietal derecha a tres centímetros por encima de la inserción superior del pabellón auricular. El proyectil, al atravesar los tejidos, se fragmentó y deformó por su condición de hollow point, generando una cavitación temporaria y definitiva, ilustrada en el informe, dirigiéndose hacia la zona frontotemporal izquierda de donde se extrajo de la masa encefálica. La distancia del disparo fue de no más allá de un centímetro.

11) La trayectoria del proyectil disparado por el arma de fuego secuestrada fue de derecha a izquierda, de abajo hacia arriba y de atrás hacia adelante, tal y como lo demuestran las pericias complementarias realizadas por la morgue. El proyectil liberó energía cinética suficiente como para generar múltiples fracturas del cráneo.

12) El análisis del lugar del hecho así como las evidencias físicas del escenario de esta muerte violenta descartan la posibilidad de que el hecho sea accidental. Por los mismos motivos expuestos se descarta la probabilidad de la hipótesis en modalidad suicida”.

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