El primer ministro griego, Alexis Tsipras, finalmente presentó el plan de reforma económica que le solicitaban desde el Eurogrupo: es muy parecida a la última oferta hecha por la Unión Europea antes del referéndum.
La búsqueda de un nuevo rescate financiero y la posibilidad de ser corrido de la zona euro el próximo domingo parece haber impactado negativamente en el margen de negociación del gobierno helénico así como también en la propuesta presentada ante las autoridades europeas.
Luego de algunos días de negociaciones tras el referéndum en donde el 60% del pueblo griego votó contra la última propuesta de ajuste de la Troika, el gobierno de Tsipras presentó un plan de reforma que, visto a trasluz, parece un calco de los pedidos de los acreedores.
La aceptación de sus más importantes exigencias – más ajuste y reformas impositivas – sólo persigue tres objetivos: la promesa de que les otorguen un nuevo rescate, la reestructuración de la deuda y conseguir una rápida inyección de dinero que vuelva a poner en funcionamiento los bancos y el resto de la economía.
- IVA:
Atenas acepta la demanda europea de fijar un tipo ordinario del 23% (incluidos los restaurantes), otro reducido del 13% para comida, energía, hoteles y agua y uno superreducido del 6% para productos farmacéuticos, libros y teatro.
La disputa en torno a las islas griegas: las mismas tienen ahora un tipo del 5% para hoteles y del 9% para restaurantes pese a que en el resto del país esos dos capítulos están gravados con el 6,5% y el 13% respectivamente. El gobierno propone eliminar el tipo reducido para las “de mayores ingresos y destinos turísticos más populares” y se mantiene “para las más remotas”.
En caso de aprobarse, las novedades entrarán en vigor en octubre y a finales de 2016 se adoptarán medidas para compensar a los ciudadanos “con mayores necesidades”.
- Sistema de pensiones:
En su escrito, el gobierno de Tsipras retrocede respecto de sus anteriores posiciones y “reconoce que el sistema de pensiones es insostenible y necesita reformas fundamentales”.
De esta manera, promete elevar la edad de jubilación a los 67 años (quienes tengan 40 años cotizados podrán jubilarse a los 62), un proceso que culminará en 2022. Además, se congelarán las prestaciones contributivas hasta 2021 y se elevan las contribuciones que hacen los pensionistas al sistema sanitario del 4% al 6%.
El Gobierno promete, asimismo, legislar “inmediatamente” para ir eliminando las subvenciones del Estado de manera progresiva. Empezarán a hacerlo en marzo de 2016 y solo para el 20% con mejor prestación dentro de este colectivo desfavorecido: tratan de evitar que los que cobran los subsidios más bajos no pierdan las prestaciones de golpe.
- Otros impuestos:
Grecia advirtió que “considerará medidas compensatorias”en caso de que las medidas adoptadas en el plano fiscal no bastan para lograr los objetivos presupuestarios a los que se compromete.
Esos ingresos adicionales vendrán de elevar los impuestos para las rentas de los alquileres (del 11% al 15% para ingresos inferiores a 12.000 euros y del 33% al 35% para los que superen esa cantidad).
También subirán más el impuesto de sociedades: en una primera tanda, Atenas lo llevará del 26% al 28%. Si no basta para recaudar más, acepta situarlo en el 29%.
- Gasto militar:
Desde un primer momento, el gobierno helénico se resistió a bajar el 2% de gasto militar sobre el PBI debido a su particular situación geopolítica.
La Troika, por su parte, exigió un descenso de 400 millones de euros. El primer ministro Tsipras, en la nueva propuesta, acepta esto pero recién para 2017; en 2016 propone recortar la mitad, 200 millones de euros.
Fuente: El País (España) & The Guardian (Inglaterra)
