Miles de locales que ofrecen armas y vendedores online deberán someterse a nuevos controles y necesitarán de una licencia para poder llevar adelante su negocio.
Así lo confirmó el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en función de frenar los violentos y sangrientos tiroteos que sacuden al país de tanto en tanto.
“Es necesario decirlo muy claramente: esto no va a impedir todos los crímenes violentos ni todos los tiroteos pero potencialmente permitirá salvar vidas”, afirmó el mandatario.
Según las estadísticas brindadas por organismos oficiales, más de 30.000 estadounidenses mueren cada año por disparos de armas de fuego: “No podemos aceptar estas matanzas en nuestras comunidades”, advirtió.
La nueva ofensiva del presidente se corresponde con los intentos de introducción de una nueva serie de leyes en el Congreso: como sabe que el lobby armamentístico es poderoso y apelará legalmente todos los pasos, busca desde afuera comenzar a cerrar algunos de los “agujeros negros” en la venta de armas.
“Las decisiones sobre el control de armas que me apresto a tomar entran plenamente en el marco de mis poderes, son coherentes y están en línea con la segunda enmienda, sobre la libertad de portar armas, de la Constitución. El lobby armamentístico puede tener de rehén al Congreso, pero no podrán tener a América”, sentenció.
