El nuevo director de la Biblioteca Nacional llegó al país para presentar su último libro: en julio iniciaría su período al frente de la institución.

Manguel

A fines de marzo, de los 1000 trabajadores de planta permanente que desempeñaban sus funciones en la Biblioteca Nacional, el gobierno decidió dejar en la calle – y sin dar ningún tipo de explicación – a aproximadamente 249 empleados.

La polémica y la indignación se extendió cuando cientos de escritores, pensadores e intelectuales nacionales e internacionales denunciaron su desguace en una solicitada. Pese a ello, el futuro director, Alberto Manguel, todavía no se puso al frente de la institución: debido a compromisos personales en los Estados Unidos, comunicó que recién asumirá sus responsabilidades públicas en julio.

En medio de la inauguración de la Feria del Libro, el ensayista fue escrachado por trabajadores despedidos de la Biblioteca Nacional:

Escrache Manguel

“Yo escribí mucho sobre lecturas, bibliotecas y libros, y acepté este cargo porque me dije: escribí todas estas cosas, hay que poner manos a la obra y ver si funcionan las cosas que pensé. Modelo de la biblioteca, no. No hay arquetipos de instituciones. No existe el arquetipo de una escuela, un banco, una familia. Hay ideas en torno que se formalizan en la acción”, señaló Alberto Manguel en una entrevista exclusiva con el diario La Nación.

“Uno tiene que concebir la institución de una manera elástica, según lo que se necesite. No es lo mismo la biblioteca para niños que se armó en el campo de concentración de Birkenau que la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Tienen otros límites y otros requerimientos. De todas maneras, hay una cosa general: una biblioteca tiene que ser un instrumento para sus lectores. No puede ser un monumento que se baste a sí mismo o una institución que adopte matices más atrayentes para ser más popular”, agregó el reconocido ensayista.

“Si usted reparte caramelos en un hospital, va a venir más gente con sonrisas, pero ése no es el propósito del hospital. Entonces, pienso que la Biblioteca Nacional tendrá que funcionar como una biblioteca. Tener un catálogo, por ejemplo. Y es obvio que tiene que tenerlo. Que tenga buena parte de su documentación digitalizada, porque somos una Biblioteca Nacional, no una biblioteca porteña. Usted puede ir mañana, pero una persona que está en Misiones tendrá dificultades para acceder al fondo. Esas cosas me parecen esenciales”, sentenció Manguel.

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