Un grupo de trabajadores realizó un paro sorpresivo en el ramal que une la terminales Constitución-Retiro: se normalizó el funcionamiento pasadas las siete de la mañana.
La línea “C” no inició su servicio a las 5 como lo hace habitualmente y miles de personas debieron optar inesperadamente por otro medio de transporte para llegar a su trabajo.
En rechazo a la instalación de máquinas automáticas de recarga de la tarjeta SUBE y ante el incumplimiento de algunas promesas por parte de las empresa concesionaria, una fracción de los metrodelegados decidió realizar un paro sorpresivo durante dos horas. “Están en juego condiciones laborales. La empresa firmó un acuerdo con la UTA, que no tiene representación en el subte”, apuntó Facundo Ayala, delegado de la línea “C”.
“Es injustificada la medida de fuerza. La misma tiene su origen en un conflicto de carácter interno en el gremio con motivo del rechazo a la instalación de Terminales Auto Servicio (TAS) en el Subte. Este proyecto, que ya se encuentra en implementación, fue aceptado y ratificado tanto por el sindicato UTA en un acta firmada el 18 de abril en la Subsecretaría de Trabajo de la Ciudad de Buenos Aires como por AGTSyP (metrodelegados) durante las negociaciones en curso ante la misma Subsecretaria”, aseguraron desde Metrovías.
