El ajuste o “sinceramiento” tarifario sigue trayéndole problemas al gobierno de Mauricio Macri: movilizaciones y gobernadores provinciales insatisfechos.

Gas

Tras el aumento del precio final del gas y las primeras boletas con los incrementos, el gobierno tuvo que dar marcha atrás para disminuir el impacto en las provincias patagónicas y del centro del país.

El titular del Ministerio de Energía, Juan José Aranguren, anunció hace algunas horas atrás que los usuarios domiciliarios “no tendrán ningún aumento superior al 400% en 2016”.

Según comunicó el funcionario, el beneficio “será para las provincias de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego” donde los gobernadores acusaron subas en las facturas de hasta un 1.200%.

“No es un tema sencillo ni simple, son temas muy complejos después de más una década de políticas absolutamente erradas respecto de la energía, que nos ha transformado en un país muy vulnerable en términos energéticos, con desabastecimiento y con la posibilidad de quedarnos sin gas si seguíamos con la misma política”, justificó la decisión Rogelio Frigerio, actual ministro del Interior.

Gas

Sin embargo, los problemas no terminaron aquí: distintas localidades y ciudades afectadas por los incrementos tarifarios comenzaron a movilizarse y, ante la gravedad de la situación, varios gobernadores provinciales remarcaron que consideran como “insuficiente” el tope de 400% de aumento.

“Valoramos que nos hayan convocado a hablar. Es una metodología que aplaudimos porque antes no se hacía, esto de vernos cara a cara y decirnos las cosas. Pero nosotros tenemos la postura clara y por eso judicializamos el aumento del gas y presentamos el amparo que fue admitido por el juez federal de Rawson) porque necesitamos una protección ante una medida que significa un atropello para la gente”, señaló Mario Das Neves, gobernador de Chubut.

“Lo propuesto por el gobierno nacional para las facturas del gas no es satisfactorio para nosotros. La propuesta no es satisfactoria, porque para el comercio es dilatar la cuestión y en un momento va a ser impagable. No es un capricho, es impagable, y siempre termina pegando en la cadena de la generación de empleo”, remató Gustavo Gennuso, intendente de Bariloche.

En la misma línea corrieron los dichos de Alberto Weretilneck, gobernador de Río Negro: . “No desconocemos que hay que ajustar la tarifa del gas, pero es imposible hacer frente a un aumento de estas características. No hay una economía familiar que soporte un aumento del 400% en su factura de gas, con temperaturas varios grados bajo cero en gran parte del invierno. Es muy difícil poder asumir este impacto”.

Comentarios

comentarios