La muerte de cinco jóvenes en una fiesta electrónica de Costa Salguero destapó todo un entramado de negocios en torno a la venta de drogas.

Time Warp II

Los cinco funcionarios porteños procesados pertenecen a la “Gerencia de Eventos Masivos de la Dirección General de Fiscalización y Control” de la Agencia Gubernamental de Control del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Para el fiscal Federico Delgado y el juez Sebastián Casanello, tanto el gerente, Claudio Alberto Iacobaccio; el inspector designado como coordinador para el evento, Fernán García Vázquez; y Pablo Germán Fontanellas, Gustavo Alberto Herms y Néstor Ricardo Cella, que intervinieron como inspectores de la fiesta, son “partícipes necesarios de la venta de drogas”.

En esta línea, el magistrado sumó a la figura de “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, la responsabilidad que tuvieron en el “abandono de personas”: también les trabó embargo por 20 millones de pesos a cada uno.

Según figura en el escrito de Casanello, los funcionarios participaron “en la creación del ámbito de exclusión de toda protección estatal, por el cual se permitió y facilitó la comercialización de estupefacientes en la fiesta electrónica citada, en la que ejercían el poder de policía, conforme las obligaciones que asumieron –cada uno en el carácter que le cabía– en el ‘acta de apertura de eventos no deportivos’ número 19439/16, labrada a las 19:00 horas del día 15 de abril. Todos ellos tuvieron presencia física en el evento y al menos tres de los funcionarios, estuvieron presentes desde el inicio hasta la finalización del evento y labraron el ‘Acta de cierre’ a las 7:55 horas”.

“Todos los imputados estuvieron presentes en el evento –sostuvo Casanello– pero, claro está, cada uno, por su jerarquía, tenía una función específica: Cella, Herms y Fontanellas eran los inspectores que debían estar circulando durante el desarrollo del evento a fin de constatar que todo se llevara a cabo conforme lo descripto precedentemente; García Vázquez, un escalafón más arriba, era su coordinador; y, finalmente, Iacobaccio era el gerente del área y respondía por todos ellos, estaba allí para fiscalizar que cumplieran con su función. El no haber avisado a las fuerzas de seguridad o a la fiscalía de turno pone de manifiesto su papel dentro del plan de los organizadores. El no hacerlo fue un aporte sustancial a los hechos”, sentenció.

Comentarios

comentarios