People take part in a rally on April 29, 2015 at Union Square in New York, held in solidarity with demonstrators in Baltimore, Maryland demanding justice for an African-American man who died of severe spinal injuries sustained in police custody. AFP PHOTO/Eduardo Munoz Alvarez (Photo credit should read EDUARDO MUNOZ ALVAREZ/AFP/Getty Images)

La muerte de dos afroamericanos en la última semana en manos de policías tocó uno de los nervios más sensibles de los Estados Unidos: la discriminación y violencia racial.

Sterling II

  • Una persona filmó desde adentro de su auto cómo dos policías blancos tiraban al suelo, inmovilizaban y mataban con cuatro balazos a Philando Castile, un hombre negro que estaba vendiendo CD’s en un estacionamiento frente a una serie de locales comerciales durante la madrugada. El dueño del lugar confirmó que nunca había tenido ningún problema ni queja en torno a Castile y su trabajo.
  • Un día después de la muerte de Castile, un policía del estado de Minnesota mató a tiros a otro hombre negro que estaba en un auto, Alton Sterling. Su novia, que estaba en el vehículo, posteó en vivo los momentos posteriores en un video de Facebook que se viralizó y en el que dice que su novio fue baleado “sin ningún motivo”.

Desde el jueves, las grandes ciudades del país vivieron una jornada de protestas contra la violencia policial, que transcurrieron mayormente en forma pacífica: sólo fueron “desequilibradas” por el tiroteo del último viernes en Dallas, Texas.

Sterling

Allí un ex militar de 25 años, Micah Xavier Johnson, disparó contra efectivos policiales para “vengar” la muerte de Castile y Sterling. El asunto se saldó con la muerte de cinco agentes policiales y otros siete heridos.

Dos presidencias de Barack Obama no parecen haber alcanzado para disminuir la tensión racial que acecha en los Estados Unidos, especialmente en los pueblos y las ciudades más “conservadoras”.

Mientras la discusión en torno al a tenencia de armas se impone en la agenda nortamericana, el futuro político continúa siendo incierto: Hillary Clinton se muestra moderada, en la misma línea que Obama, mientras que Donald Trump, fiel a su estilo, sigue dando que hablar. Por las muertes en Dallas, exigió un liderazgo “más fuerte” y consideró “una agresión” contra Estados Unidos el ataque. ¿Lograrán ponerle un freno a todo esto?

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