Un “lobo solitario” volvió a atacar en Francia: murieron 84 personas, hay cientos de heridos y un país sumido en el miedo.

Niza II

Mohamed  Lahouaiej Bouhlel era un ciudadano francés de 31 años, de origen tunecino. Este último 14 de julio se robó toda la atención tras arrollar y matar a decenas de personas en los festejos por la toma de la Bastilla.

Según confirmaron las autoridades francesas, el terrorista no estaba fichado por los servicios secretos, pero sí tenía causas por asuntos de violencia menor.

De a poco, la policía pudo ir reconstruyendo el itinerario del atacante: el conductor alquiló el camión frigorífico en Saint-Laurent-du-Var, un pueblo cercano a Niza.

Tras arrancar con el raid asesino a las 10.30 pm, manejó en zig zag durante casi dos kilómetros atropellando gente que se encontraba festejando en el Paseo de los Ingleses.

Cuando se detuvo el camión, a las 11 de la noche, Bouhlel permaneció atrincherado en la cabina: resistió a los titos durante unos minutos hasta que cayó muerto producto del fuego de las autoridades.

La policía confirmó que en el interior del vehículo se encontraron granadas y réplicas de armas largas; sin embargo, ni los explosivos ni los fusiles servían para provocar mayor daño.

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