El controvertido y conservador político húngaro disparó esas palabras en un encuentro público con el canciller austríaco Christian Kern.

Refugiados II

Día a día, la situación está cada vez más difícil para los cientos de miles de refugiados que lograron cruzar y entrar a territorio de la Unión Europea (UE) en los últimos años y para quienes viven allí desde hace mucho más tiempo.

La negativa de muchos países a dejarlos entrar (violando en algunos casos el “Tratado de Schengen”), las pobres condiciones de vida con las que deben lidiar, sumado a la xenofobia y la creciente hostilidad de la población ante los atentados en Francia, Alemania y Bélgica volvieron mucho más frágil su vida.

Dichos como los primer ministro húngaro sólo vienen a reforzar las ideas negativas y estigmas que pesa sobre ellos: como ya demostró la historia en reiteradas oportunidades, el desenlace con el correr del tiempo podría ser catastrófico.

“Hungría no necesita un sólo migrante para que trabaje en su economía; no los necesita la población para sostenerse ni el país para tener un futuro”, aseveró con dureza Víktor Orban en conferencia de prensa desde Budapest.

“Por eso mismo no hay necesidad de tener una política migratoria común a toda la Unión Europea: el que quiera tener refugiados que los tenga, pero no nos obliguen a nosotros, no los necesitamos”, agregó.

“Cada uno de los migrantes que pisan nuestro suelo constituyen un problema de seguridad pública y un riesgo. Para nosotros, la migración no es una solución sino un problema, no es una medicina sino que es veneno. No los necesitamos y no nos lo vamos a tragar”, remató.

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