La situación en Calais, al norte de Francia, es crítica y ni el gobierno de Hollande ni el de Theresa May lograron todavía dar una respuesta eficaz y coherente.

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Luego de que París confirmara la construcción de dos centros de refugiados para “desmantelar” lo que se ha denominado como “jungla”; ahora el titular de la Secretaría de Inmigración del Reino Unido, Robert Goodwill, anunció que se levantará un muro para evitar los cruces por el Canal de la Mancha.

“La gente todavía está entrando. Hemos puesto vallas y ahora vamos a construir un muro como parte del incremento de la seguridad en la zona”, señaló el funcionario inglés ante la consulta de la prensa.

Según lo estipulado, el muro tendrá poco más de un kilómetro de longitud y cuatro metros de alto: comenzará a edificarse entre fines de septiembre y principios de octubre, tendrá un material resbaladizo para evitar que se trepen los migrantes y costará 2,3 millones de euros.

Distintas organizaciones sociales francesas, británicas y residentes de Calais se mostraron en contra de la iniciativa: “La gente va a seguir pasando. En cualquier lugar del mundo donde pongas un muro la gente va a encontrar maneras de sortearlo. Es tirar la plata. Lo único que lograrán es hacerlo más peligroso y fomentar el negocio de los traficantes de personas”, apuntó François Guennoc, miembro del grupo “Posada de los Migrantes” .

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