Los choferes y empleados de la línea 60 mantienen desde hace cuatro días el paro y la “asamblea permanente”. No hay servicio.

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Al no tener respuestas concretas ni de la empresa ni del Ministerio de Trabajo, los trabajadores de la línea 60 siguen con la medida de fuerza que decretaron el último viernes tras la muerte de un compañero.

Un empleado que realizaba trabajos de mantenimiento eléctrico en las unidades de transporte perdió la vida al ser aplastado por un colectivo al fallar de un elevador. El hecho ocurrió cerca de las 11 de la mañana en el taller de la cabecera de Barracas, ubicado en las calles Santa María y Luján.

El trabajador llamado David Ramallo y de 35 años sufrió heridas severas: fue trasladado de urgencia al Hospital Penna pero no sobrevivió a la graves lesiones recibidas.

Según confirmaron sus compañeros, el cuerpo de delegados ya venía denunciando a la empresa por las malas condiciones de los elementos de trabajo. “Desde que el grupo DOTA mudó la cabera (…) venimos denunciando que los elevadores neumáticos no cumplían con las garantías mínimas de seguridad. A pesar de nuestras advertencias, la parte empresaria no tomó cartas en el asunto y, en horas de esta mañana, un micro se cayó sobre la humanidad de un compañero”, aseguraron en un comunicado.

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