El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y el del Consejo Europeo, Donald Tusk, realizaron duras críticas sobre el presente de la UE.

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“Nuestra crisis, la que estamos enfrentando, es una crisis existencial. Como europeos no podemos aceptar que trabajadores polacos sean golpeados, burlados, amenazados y hasta asesinados en las calles de Essex”, disparó Jean Claude Juncker, presidente del comisionado europeo, en una reunión mantenida con otros líderes.

El funcionario europeo hizo así referencia a Arkadiusz Józwik, polaco de 40 años muerto a golpes por adolescentes en Harlow, a 30 millas del norte de Londres. La policía británica no encontró ninguna motivación por el crimen a excepción del “odio”.

“La Unión Europea no tiene suficiente unión. Hay quiebres allí afuera y la fragmentación existe: todo esto está dejando abierto resquicios para un populismo galopante”, advirtió Juncker.

Donald Tusk, por su parte, consideró “un error fatal” analizar el “Brexit” sólo en términos locales y aseguró que no se se trata sólo de un tema que concierne al Reino Unido.

“El voto que terminó en el ‘Brexit’ también fue un intento desesperado de responder a las preguntas diarias de millones de europeos en torno a, por ejemplo, la lucha contra el terrorismo y las fronteras”, apuntó el presidente del Consejo Europeo.

“Los ciudadanos europeos quieren saber si las elites políticas son capaces de retomar el control de estos eventos y procesos que desorientan y aveces aterrorizan a la población. Mucha gente, y no sólo en el Reino Unido, creen que formar parte de la Unión Europea obstaculiza la estabilidad y seguridad”, sentenció Tusk.

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