Los vecinos del pueblo de Jáchal y de la Provincia de San Juan no tienen paz: confirmaron un nuevo derrame de solución cianurada.

Veladero III

Durante una semana se ocultó y, días después de que se cumpliera un año del aniversario del mayor desastre ambiental de la historia argentina, la empresa tuvo que salir a confirmarlo: la Barrick Gold volvió a reconocer “problemas” en Veladero y el consecuente derrame de cianuro.

Aunque la firma canadiense asegura que los tóxicos no llegaron al río Potrerillos, los vecinos desconfían: durante años tuvieron que lidiar con las mentiras de la empresa y de sus adalides gubernamentales.

“El día 8 de septiembre reportamos a las autoridades correspondientes un incidente dentro del valle de lixiviación producto del desacople de una cañería corrugada de 18 pulgadas con solución de proceso. De acuerdo con las investigaciones preliminares, el desacople se habría producido por el impacto de un trozo de hielo”, afirmó escuetamente la Barrick Gold a través de un comunicado.

“No hubo contacto de la solución con ningún curso de agua ni con canales de desvío. Por las características del incidente no hubo amenazas para la salud de los trabajadores, las comunidades, o del medioambiente”, agregaron como si su simple palabra pudiera llevar algo de paz a los habitantes de Jáchal.

Al conocer la confirmación de la noticia, los vecinos se reunieron rápidamente en la plaza central del pueblo y el gobernador Sergio Uñac tomó cartas en el asunto: cerró preventivamente el yacimiento. “Resolví que se constituya inmediatamente en el lugar el Ministro de Minería, Alberto Hensel, con técnicos y profesionales del Ministerio, a fin de evaluar la magnitud y real situación, y en forma preventiva detener la actividad de la mina Veladero hasta que se determine que no existe riesgo alguno”, sentenció.

Este es el quinto derrame de solución cianurada confirmado desde que empezó a operar la mina. Hace un tiempo atrás, un informe periodístico detectó que, además del de septiembre de 2015, habían sucedido tres derrames en 2011 y 2012 que no se hicieron públicos.

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