Para las autoridades del organismo internacional, las situaciones más acuciantes se encuentran en los campamentos de las islas griegas y en el este europeo.

“Los refugiados y los migrantes están muriendo de frío en Europa: los gobiernos deben haber más para ayudarlos en vez de echarlos para afuera de sus fronteras y tratarlos violentamente”, aseguraron desde la Organización de las Naciones Unidas en una conferencia de prensa.

“Con el tiempo así, los chicos están particularmente en riesgo por por problemas respiratorios. Se trata de salvar vidas y no de preocuparse por cuestiones burocráticas”, prosiguió Sarah Crowe, vocera de la agencia de chicos de UNICEF en la ONU.

Según los expertos, la situación más complicada se da en Grecia: más de 1.000 personas, incluyendo niños, se encuentran viviendo en carpas comunes en la isla de Samos, lo que los expone a las bajas temperaturas y a problemas de salud.

También se registraron problemas en Serbia: aunque el 80% de los 7.300 migrantes se están quedando a dormir en refugios gubernamentales, todavía hay 1.200 hombres que duermen en “lugares informales” en la ciudad de Belgrado.

“Dado las crudas condiciones que ha traído este invierno, estamos particularmente preocupados por los reportes que hablan de que las autoridades de todos los países de la ruta balcánica siguen empujando a los refugiados fuera de su territorio. Recibimos denuncias de violencia, confiscación de teléfonos y hasta del robo de sus ropas para exponerlos aún más a sufrir las bajas temperaturas. Estas prácticas son inaceptables y deben terminar”, remató Crowe.

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