Cuando se creía que nadie había salido con vida de la tragedia, los rescatistas lograron hacer contacto con ocho sobrevivientes.

Tras una seguidilla de tormentas de nieve y temblores, un alud sepultó al hotel “Rigopiano” en las laderas del Gran Sasso, en la región de Abruzos, centro-sur de Italia: allí había entre 20 y 30 personas alojadas, incluyendo a varios niños.

“La situación es dramática, el hotel fue barrido, sólo queda un pedacito: hay toneladas de nieve, árboles cortados de raíz y deshechos. Hay colchones que fueron arrastrados por centenares de metros”, señaló Luca Cari, responsable de prensa de los bomberos que intervienen en el rescate.

“Hay muchos muertos. No hemos podido hacer demasiado todavía por las condiciones climáticas. Estuvimos llamando a las personas pero desde adentro no contesta nadie, no hay respuestas. Seguiremos cavando y buscando”, agregó.

Sin embargo, con el correr de las horas las buenas e inesperadas noticias comenzaron a llegar: al parecer, ocho personas que quedaron atrapadas en un ático de la cocina lograron encender un fuego para calentarse y evitar el congelamiento.

Según las primeras informaciones, entre ellos hay dos niños que están “a salvo” y esperan junto a los demás que las excavaciones de los rescatistas lleguen hasta el lugar.

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