La pelea con los docentes por las paritarias desataron una serie de discusiones insólitas: ahora el gobierno bonaerense recula con el “voluntariado”.

La jugada política de María Eugenia Vidal para intentar presionar a los docentes bonaerenses con un “voluntariado espontáneo” que “surgió en las redes sociales” quedó desactivado y desacreditado con el correr de los días.

No sólo porque la campaña la empezó Mariano Bronenberg,  un militante de “Cambiemos” relacionado con el PRO y militar vinculado a los servicios de inteligencia (Batallón 601) durante la última dictadura cívico militar, sino por la cantidad de cuestiones ilegales y éticas que el reemplazo de maestros profesionales por “voluntarios” significaba.

Ante el rechazo de la opinión pública, el gobierno bonaerense debió ir retrocediendo hasta reconocer que “no se le puede cambiar el docente a un chico”. Sin embargo, Vidal insistía con la convocatoria a estos supuestos “60.000 voluntarios” para que den “apoyo escolar” en comedores, municipios, asociaciones vecinales y clubes de barrio.

Ahora, en una conferencia de prensa, la mandataria tuvo que ir todavía un paso más atrás: se sinceró al contar que no hay tal cantidad de personas dispuestas a formar parte del “voluntariado” sino que hubo, simplemente, “60.000 tweets”.

“Hemos puesto un registro público porque vamos a evaluar caso por caso. Nos vamos a poner en contacto con ellos. Hubo 60.000 tweets, por lo que hay que contactar persona por persona. No es algo que va a empezar el día lunes”, señaló.

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